Con más de 10 años a sus espaldas, la saga Command & Conquer, una de las más veteranas entre los juegos de Estrategia en Tiempo Real (RTS) regresa para hacer las delicias de los aficionados.
Hagamos un poco de historia. En las entregas anteriores Red Alert nos introducía en un giro histórico interesante: Albert Einstein inventó una máquina del tiempo con la que viajó al pasado e hizo desaparecer a Hitler, con lo cual nunca existió la Alemania Nazi ni hubo Segunda Guerra Mundial…. lo que no pudo imaginar Einstein es que al no existir el bloque alemán, la Unión Soviética se expandió poco a poco por Europa apoderándose de ella e iniciando finalmente una Segunda Guerra Mundial bastante diferente a la que conocemos en la cual los rusos casi llegaron a invadir Estados Unidos, pero afortunadamente fueron derrotados.
Y ahí es donde arranca Red Alert 3. Con la Unión Soviética a punto de ser derrotada por las fuerzas aliadas, el actual líder ruso recurre a la desesperada a una máquina del tiempo que han desarrollado en secreto y para acabar con Albert Einstein en 1927 y así cambiar la historia de manera que Rusia no tenga ningún impedimento a la hora de conquistar el mundo. Sin embargo, algo ha salido terriblemente mal y se ha creado una línea temporal alternativa (otra vez). Al regresar al presente, se encuentran con que Rusia está a punto de derrotar a los aliados en Europa pero ha aparecido un nuevo enemigo capaz de poner en jaque a las dos antiguas potencias: El Imperio del Sol Naciente se ha alzado con ansias de conquistar el mundo.
Así pues, ante la amenaza de un tercer rival, tecnológicamente muy avanzado y con armas terribles y poderosas, tanto los Aliados como los Rusos tendrán que defenderse y posiblemente aliarse para evitar ser arrasados.
Como buen juego de estrategia, Red Alert 3 nos pone al mando de 3 facciones completamente diferentes, cada una con una campaña individual a modo de historia: Los Rusos, con un ejército poderoso basado en la fuerza bruta, armas poderosas y tanques a punta pala… los Aliados, con una enorme capacidad de ataque a distancia y unas fuerzas aéreas poderosas…. y el Imperio Japonés, muy motivado y con unas armas de alta tecnología tan polivalentes como poderosas, como los cazas transformables y los robots gigantes (no podía ser de otra manera, vamos). Cada bando cuenta con armas especiales y agentes de élite, así como ayudas puntuales.
La guerra en Red Alert 3 es una guerra ágil y desenfadada, algo que queda muy claro con el ritmo de la historia y las escenas cinemáticas entre fases. Las armas son poderosas y pintorescas, algunas casi absurdas pero tremendamente divertidas (como el cañón ruso para lanzar soldados a largas distancias) y continuamente recibiremos mensajes de nuestros aliados y enemigos, así como cambios en las misiones en curso.
Como juego de estrategia Red Alert 3 no innova mucho, ya que la fórmula es la de siempre: 3 facciones diferentes pero equilibradas, recoger recursos para construir edificios y ejércitos y cumplir los objetivos que se nos indiquen en cada misión. El ritmo rápido de los combates no nos permite dormirnos mucho y en ocasiones tendremos que ser ágiles si no queremos perder la batalla sin habernos dado cuenta. Por suerte se intercalan misiones de infiltración y sabotaje en las que llevaremos a unas pocas unidades o una sola unidad de Élite (curiosamente todas mujeres). Quizás como novedad está el hecho de poder jugar las misiones en cooperativo a través de red o internet (con ayuda de un amigo por ejemplo), en caso de jugar en solitario, uno de los generales que aporta el juego tomará el mando del ejército aliado que nos ayudará en cada misión, de una manera completamente autónoma, aunque le podremos dar órdenes específicas. El juego también ofrece posibilidad de juego online y batallas contra el ordenador en gran cantidad de escenarios, con lo cual siempre tenemos la posibilidad de echar una batallita en un rato libre. También hay que destacar la importancia de la guerra en el agua, ya que la posibilidad de construir edificios en el mar y crear unidades acuáticas abre nuevas vías y posibilidades estratégicas.
A nivel técnico el juego luce realmente bien, los gráficos son brillantes y todo está muy bien detallado, tanto las ciudades como los escenarios y por supuesto las unidades. Espectacular es el tratamiento del agua como elemento, simplemente lo más realista que se ha visto hasta ahora y que permite incluso apreciar las unidades destruidas en el fondo del mar. El apartado sonoro es impecable, un doblaje al castellano soberbio y una banda sonora tremenda, que incluye actualizaciones de los temas clásicos de la saga, aunque se ha abandonado el tecno para hacerlas más roqueras e imprimir más ritmo a la acción. Hay que hacer mención especial a las escenas cinemáticas que a modo de historia entrelazan las misiones. Tal como sucedía en entregas anteriores (Tiberium Wars), están interpretadas por actores famosos y en alta definición, con lo cual se logra una atmósfera cinematográfica muy lograda, aunque con un ambiente muy desenfadado.
Entre estas actuaciones destaco: Tim Curry, como Premier Soviético; J.K. Simmons como Presidente de los EEUU; George Takei como emperador del Japón; Ivana Milicevic, como asistente del ejército ruso; Gemma Atkinson, como teniente del ejército aliado; Johnatan Pryce, como General británico; Autumm Resser como Comandante Aliado; Gina Carano, como Natasha, la agente rusa; y Jenny McCarthy como agente especial aliada.
Resumiendo, un buen juego para los amantes de la estrategia sin muchas complicaciones y que con su buen ritmo te puede mantener enganchado bastantes horas.
