Desde el estreno de Alien, el Octavo pasajero el espacio, las naves espaciales y los seres peligrosos de otros mundos se han convertido en una fuente inagotable de películas, libros y juegos de calidad para los amantes de la ciencia fición / terror . El juego que me ocupa hoy, es una pequeña joya que bebe de las mejores fuentes del género para ofrecer una experiencia en primera persona emocionante, terrorífica, inquietante y también gore.
En un futuro lejano los recursos de nuestro planeta se han agotado y la humanidad ha tenido que lanzarse al vacío infinito del espacio en busca de ellos. Para tal tarea se crearon las naves mineras como la que sirve de escenario a esta aventura: el USG Ishimura. La misión de la Ishimura es tan sencilla como arrancar fragmentos de planetas y asteroides lejanos y extraer de ellos todo tipo de recursos minerales o preciosos. Con las bodegas llenas y justo antes de emprender el camino a casa desde Aegis 7, se pierde todo contacto con ella. Dando por echo que la pérdida de contacto se debe a una avería grave en el sistema de comunicaciones, la empresa propietaria de la nave envía a un destacamento de ingenieros con la misión de reparar la avería.
A medida que se acercan la Ishimura las cosas empiezan a complicarse, como avance a lo que se encontrarán tras casi estrellarse durante el aterrizaje. Ahí es cuando entramos en contacto con nuestro avatar en esta aventura de terror espacial: Isaac Clarke, un ingeniero enviado para reparar las supuestas averías de la nave.
Desde el primer momento notamos que las cosas no van bien a bordo de la gigantesca Ishimura. Todo está desordenado, destrozado y los cuerpos de los miembros de la tripulación están escampados por todas partes… no precisamente enteros … las luces no funcionan bien e inscripciones extrañas decoran las paredes y mamparas. Además, algún tipo de forma de vida se ha infiltrado en la nave, convirtiendo a los pocos y desquiciados supervivientes en maníacos asesinos y los restos mortales de la tripulación en aterradoras formas de vida: los necromorfos, que no pretenden nada bueno hacia nosotros. Y para acabar de rematar, casi todo en la Ishimura parece estar estropeado, así que nos tocará hacer reparaciones aquí y allí con el fin de seguir con vida y si es posible, escapar.
La situación inicial no es precisamente ideal y a partir de ahí se nos irá desvelando el argumento de la historia, a través de los diversos personajes que nos encontraremos y los cambios inexperados de situación…. qué ha pasado en la Ishimura, de donde han salido los necromorfos y el porqué de que los pocos tripulantes que siguen vivos estén completamente desquiciados.
Dead Space nos ofrece una experiencia inquietante y terrorífica, reforzada por el tipo de personaje que manejamos. No estamos ante un soldado armado hasta los dientes que ha de hacer una limpieza general a tiro limpio (otra cacería de bichos….) si no ante un ingeniero sin formación militar y que aparte de su traje espacial (que me recuerda horrores a unos calzoncillos de manga larga del abuelo….) solo dispone de algunas herramientas de corte y su habilidad para arreglar cosas e incluso mejorar el mismo su equipo con algunos escasos recursos que iremos encontrando, para salir con vida de la aventura.
En cuanto a la ambientación, este juego es simplemente excepcional y rebosa calidad por los cuatro costados, no deja de ser terrorífica ni un segundo: junto a acero y máquinas se entremezcla una capa rojo sangre, cuerpos sin vida, cabezas decapitadas, cuerpos partidos por la mitad, torsos arrancados de sus piernas o amasijos de carne y vísceras… Todo transmite soledad y desasosiego, la sensación de que estás en una trampa mortal completamente a solas y sin ayuda alguna. La oscuridad y los efectos luminosos, sumados a el sonido ambiente y la gran cantidad de ruidos, susurros, pasos y voces que se oyen…. la cancioncita que canta una voz desquiciada desde algún punto indeterminado de la nave… crean una atmósfera terrorífica, ideal para jugar a oscuras, con los cascos puestos y si quieres con la ventana un poco abierta para que entre el frío…
Los enemigos también ponen su guinda en este pastel. Vagamente humanos, los necromorfos aparecen en cualquier lugar inexperado, solos o en grupo, dispuestos a despedazarnos. Puesto que no contamos con armas al uso, tendremos la dificultad añadida de que los necromorfos serán bastante duros de pelar (recordemos que son básicamente carne muerta) y no nos servirá el dispararles a saco o un disparo certero en la cabeza (no la necesitan), para acabar con ellos tendremos que, literalmente, desmembrarlos o cortarlos a cachos para que por lo menos, se estén quietos. Así que nos tocará afinar la puntería y tomarnos la cosa con calma, porque además la munición será escasa.
La experiencia Dead Space es completamente cinematográfica, con un buen guión, un excelente doblaje al castellano… nos sentiremos completamente dentro de la Ishimura y si somos algo susceptibles acabaremos más de una vez con los pelos de punta y dándole a la pausa para tomar aliento. Por buena integración está hasta bien integrado el interfaz de juego: ni contadores de vida, ni munición ni nada en medio de la pantalla. Todo está perfectamente integrado en el traje del protagonista o en las armas y para saber si hemos acabado con los enemigos tendremos que guiarnos de nuestro instinto y a veces ni eso, ya que algunos hasta se levantan cuando pasas cerca de ellos, confiado en que los has dejado fuera de juego.
Con todo, Dead Space no es un juego largo, de hecho en unas 10-12 horas lo puedes terminar, pero es un juego con muy buen ritmo que mezcla fases sin muchos agobios donde hay que explorar bastante con momentos realmente frenéticos, algunos sustos de calidad y situaciones contra-reloj (más que por las prisas por la falta de oxígeno) .
Más que recomendable por el buen sabor de boca que deja tras haberlo terminado, Dead Space es uno de esos grandes juegos que si bien no nos mantendrá meses enganchados, se disfruta minuto a minuto y nos saca con maestría de los típicos juegos de matar todo bicho viviente armados hasta las cejas. Una obra maestra para los amantes del terror y la ciencia ficción.
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